JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ ÁLVAREZ

En el deseo de destacar a personajes de Facinas nos arriesgamos a que muchos vecinos piensen que faltan éste o aquel.

La verdad es que aquí vamos reflejando aquellos que se nos vienen a la mente por alguna circunstancia que nos parece destacable.

Personas que de alguna manera fueron localmente populares por cualquier motivo en tiempos lejanos, y otras más recientes que también de una forma muy abstracta representan un cambio o una suma de motivos por los que se destacan.

Así, hoy a diferencia de otras épocas, vecinos y vecinas de Facinas han accedido a profesiones, estudios o aficiones que no habían existido antes.

Hoy hay hijos de Facinas dedicados a todo tipo de tarea, no sólo en el pueblo, sino repartidos por todas las geografías

Profesionales del transporte, la mecánica, la hostelería, la construcción, ejército, etc y universitarios diplomados o titulados en informática, medicina, arqueología, enseñanza, periodismo, veterinaria, etc. etc. demuestran donde quiera que estén la inteligencia y el carácter emprendedor del facinense, porque lo que es innegable es que cuando alguien de este pueblo decide dedicarse a algo es seguro que lo hace mejor que nadie.

Como representativo de estos “personajes” destaca

José Antonio Álvarez,

o

José el de Juan y Juani,

o

José del Valle como nombre artístico.

¿Y por qué destaca?:

Pues porque ha hecho de la guitarra su profesión, y eso es un mérito en un vecino de Facinas, lugar donde no existe posibilidad de aprender ninguna modalidad de instrumentos musicales, ni el conocimiento de la música misma como es necesario.

Pues sí, José se enamoró de la guitarra desde muy joven.

Hay que decir que hoy José tiene la treintena nada más.

En el pueblo ya había algunos aficionados que la tocaban bien, como Juan Serrano, “Juan Manta” especializado en el folklore local como chacarrá, fandangos, etc.

También componentes de una generación anterior a la de José crearon diferentes grupos musicales como “Alvareda” (rociero) o “Almodóvar” (Rock y melodías) donde algunos de sus componentes tocaban este instrumento, como es el caso de Juan Carlos Cuesta, Juan Guerrero, Juan Andrés, Jesús Gil y algunos más.

Su tío Chan también lo intentó en su juventud pero no pasó de los primeros pasos.

José, influido no se sabe por qué ni por quién, se aficionó a ella empezando por la música de los Beatles y otros grupos más rockeros.

Sólo, en su casa o en el Valle donde su padre tiene una explotación ganadera con su caserío, cuadras, etc. no paraba de tocar.

El gusanillo le roía y él se desahogaba descargando su mano derecha sobre las cuerdas, mientras que los dedos de la izquierda buscaban acordes nuevos.

Compaginaba las tareas del campo con la afición, y en cuanto soltaba la escoba y la pala de barrer las cuadras o terminaba de echarle de comer a los cochinos, ya estaba José “liao” otra vez, “darle que te darle”.

Tampoco sabemos porqué fue inclinando su vocación hacia el flamenco, pero poco a poco fue hasta esta modalidad dedicando su interés.

La guitarra y el flamenco le hacen contactar con los aficionados de estos alrededores y a compartir conocimientos.

En la finca del Valle se dedicó al alquiler de caballos para pasear, aprovechando el paso de muchos turistas por la zona.

Por este motivo conoce a Kiko Veneno, famoso cantante que le sirve de incentivo para liarse la manta a la cabeza y macharse a Sevilla a estudiar más en serio.

Con poco más de veinte años quiere entrar en ese mundo del arte, donde la subsistencia también pide su parte, por lo que debe trabajar en lo que se le presenta para poder vivir, porque aunque los padres le envían dinero, él no quiere depender de ellos.

Así, aprendiendo por un lado y enseñando lo que sabe por otro fue introduciéndose en ese mundo sevillano, hasta recalar en la compañía de Salvador Távora, famoso director y coreógrafo de flamenco, con el que recorre toda la península, parte de Europa y otros continentes interpretando la celebre obra “Carmen” entre otras.

Con el paso del tiempo va conociendo a todos los artistas destacados del momento, con los que mantiene una estrecha amistad, como Vicente Amigo, Kilo, etc.

Ha continuado los estudios y con la práctica, puede decirse que es hoy un destacado guitarrista. Ahora tiene su propia academia donde imparte clases de guitarra y actúa esporádicamente formando conjunto con cantaores y bailaoras.

Hasta aquí una breve e incompleta reseña de este “personaje” de Facinas, y digo incompleta porque José destaca por muchas otras cosas.

Todo el que le conoce sabe que es un “artista” en el más amplio sentido de la palabra, ya que donde está se hace dueño de la situación.

Es simpático, amable, dicharachero, cariñoso, de esas personas que a todos caen bien. Echa el rato con todo el mundo, ya sean de su edad, menores o mucho más mayores, él tiene tiempo para todo y para todos, lo que no tiene es “buya”.

Y todas estas cualidades las ha paseado desde Inglaterra a Japón o desde Holanda a Colombia, granjeándose la amistad de todos los compañeros.

Filosóficamente tranquilo y sabio como la vida que ha conocido llevado por su espíritu diferente.

Este es:

José Antonio Álvarez Álvarez

Joseliyo

José del Valle

o

mi sobrino José.

Facinas, Octubre 2008